Seguro que hay algo en tu vida que quieres establecer como un hábito (probablemente muy beneficioso para ti), pero te cuesta mucho.
¿Sabías que nuestra capacidad de tomar decisiones es limitada?
Cuando te despiertas por la mañana, es fácil decidir; por eso en tu trabajo eres más eficiente. Empiezas con energía desde tu primer ☕️ y decides cuándo, con quién, cómo… etc.
Pero cuando llega el mediodía, esto ya no es tan sencillo. Incluso cada pequeña decisión cuesta más y más. Luego, cuando vuelves a casa por la tarde, ya no tienes energía ni para decidir qué serie ver en Netflix. Estás agotadísima.
Vas a dormir, te despiertas por la mañana y, otra vez, tu «pila» de decisiones está recargada.
¿Por qué te explico todo esto?
Pues, a mí me sirvió mucho esta información para establecer un nuevo hábito, muy importante para mí. Quería cuidar más de mi cuerpo, darle la atención y el cariño que necesita. En lugar de exigirme y agotarme, me comprometí conmigo misma a hacer estiramientos y yoga por las mañanas. Fácil, ¿no?
Pues lo intenté tantas veces y siempre lo dejaba después de 3, 4 o 5 días. Luego volvía a intentarlo y lo dejaba otra vez.
Algo no iba bien, pensé. ¿Por qué quiero demostrarme a mí misma, una y otra vez, que no soy capaz de hacer algo por mí, algo tan sencillo como 20 minutos de estiramientos por la mañana? Entonces, si no puedo con esto, ¿cómo voy a lograr grandes cosas?
Un truco que realmente funciona
Al darme cuenta de esto, comencé a reflexionar y a trabajar en este patrón mío y cambiar las creencias.
Fue entonces cuando encontré esta frase en un libro:
EN«I have settled myself into a routine. The routine is comforting. I don’t have to make new decisions about what to do each day. I’ve already decided, so I don’t have to think. I can get straight to work.» (How to Fight a Hydra, Josh Kaufman)-
ES”Me he establecido en una rutina. La rutina es reconfortante. No tengo que tomar nuevas decisiones sobre qué hacer cada día. Ya lo he decidido, así que no tengo que pensar. Puedo ponerme a trabajar de inmediato.»
¡Claro! Si estoy preparada para comprometerme conmigo misma (porque he trabajado en esto) y decido UNA SOLA VEZ que cada mañana de lunes a viernes me levantaré a la misma hora para estirarme, ya no tendré que tomar esta decisión cada día. No tendré que pensar si lo hago el martes o el viernes, si lo hago por la mañana o por la tarde. No lo dejaré para después. Ya está decidido. Igual que hace años decidí que cada mañana me lavaría los dientes. Nunca lo pienso; no gasto energía en decidir si lo voy a hacer, cuándo o cómo. Lo sé, porque ya está decidido. Luego se convierte en hábito y fluye.
Ya sé que para algunas personas puede parecer exagerado. Pero a alguien como yo, con un exceso de actividad mental, le viene bien tener MENOS razones para pensar cada mañana.
Menos decisiones, más éxito
Ha sido un éxito. Ahora, sin pensarlo dos veces, me levanto cada mañana, hago ejercicio y sigo mi día feliz, sabiendo que he hecho algo por mí, algo que me hace sentir bien en cuerpo y mente. Y me encanta. El sábado y el domingo, cuando no lo hago, me siento rara. El hábito se está consolidando y esto me hace sentir fuerte y vencedora.
¿Tienes problemas para hacer cosas que son solo para ti?
¿Quizá tienes algún otro truco para cumplir tus propios objetivos que puedes compartir conmigo?