Realmente Somos Todos Adictos al Cambio?

Hoy quiero compartir contigo una historia que me acompaña desde siempre, desde los primeros años de mi vida adulta.
Me encanta empezar proyectos nuevos, hábitos nuevos, ideas nuevas…
pero mi entusiasmo siempre tiene fecha de caducidad.

El ciclo infinito del “esta vez sí”

A las pocas semanas, la emoción se disuelve y me quedo vacía, cansada, frustrada, buscando otra chispa.
He hecho esto durante años:
un nuevo negocio, cambio de trabajo, un nuevo método de autocuidado, un nuevo cuaderno, una nueva app para organizar mi vida … 
Y cada vez me decía: «esta vez sí».
This time.

La frase mágica de todo adicto.

La ilusión del cambio

Me he engañado tantas veces con ese “this time”.
Creía que el cambio era real porque cambiaba la forma,
pero en el fondo no cambiaba la energía.
Seguía siendo la misma búsqueda desesperada de alivio,
la misma huida del vacío,
el mismo personaje interno que me susurra:

“no lo lograrás, otra vez vas a fallar.”

Y cuando el entusiasmo caía, yo no me quedaba a mirar el porqué.
Saltaba al siguiente proyecto. Como quien se cambia de droga.

Porque ese “this time” puede disfrazarse de mil maneras.
De una nueva dieta que —ahora sí— me hará bajar de peso.
De una nueva relación que —esta vez— será la definitiva.
De un nuevo trabajo que —por fin— me traerá satisfacción.
De un nuevo método, un nuevo hábito, un nuevo comienzo…
pero con la misma energía de fondo:
la esperanza de que algo externo cambie lo que dentro de mí sigue igual.

Lo que dijo Elizabeth Gilbert (y que me hizo pensar)

En la entrevista con Oprah, Elizabeth Gilbert (la autora del famoso libro «Comer, rezar, amar») dijo:

“Esta vez sí” es la frase favorita de las personas adictas.
Porque creemos que la próxima experiencia nos salvará.
Pero lo que en realidad necesitamos no es otra experiencia,
sino presencia.
Mirar, con ternura y sin juicio, con valentía
quién dentro de nosotros necesita ese chute de novedad para sentirse viva.

Dónde mirar cuando ya no puedes más

No hay que mirar el nuevo plan, ni el nuevo método, ni siquiera el nuevo “yo” que prometes convertirte. (Jajaja, ahora entiendes por qué las resoluciones de Año Nuevo no funcionan 😉)

No pierdas más tiempo. No te engañes más a ti misma. Créeme, lo he hecho durante años.

Hay que mirar a quien se siente vacío cuando no hay novedad.
A quien teme el silencio entre un impulso y otro.
A quien se alimenta del drama o del movimiento para no sentir lo que realmente duele. Y porque…

Solo cuando abrazas a esa parte —sin intentar corregirla—
el ciclo se detiene. El cuerpo descansa. Y la vida, por fin, deja de ser una serie infinita de “esta vez”.

El verdadero detox

Quizás no somos adictos al placer, ni al éxito, ni al amor. Quizás somos adictos a evitar el presente, a resistir el cambio verdadero, a permanecer en lo conocido — incluso cuando lo conocido nos hace sufrir.

Y el verdadero detox no es dejar la cafeína,
sino dejar de huir de nosotros mismos.

P. S. Y si conoces su libro o la película, te recomiendo mucho la entrevista de Oprah con Elizabeth Gilbert. Es una conversación profundamente vulnerable, valiente e inspiradora. 


Si sientes que también vives en ese vaivén entre la euforia y el agotamiento, te invito a unirte al 

CURSO DE MEDITACÍON “Volver a Ti”.

Cinco jueves, 19:15–20:00, en Espai Essencial (Castelldefels).
Un espacio íntimo para practicar la presencia,
comprender cómo funciona tu mente,
y soltar ese “this time” que te mantiene corriendo.

✨ Empezamos el 30 de octubre.
Responde a este mail si quieres más información o reservar tu plaza.